Hace no mucho tiempo estaba acostado en el sofá de casa de mis padres. Era por la mañana de un sábado y estaba viendo unos dibujos de La banda del patio. Entonces, como cualquier chaval de mi edad, mis obligaciones se debían a cosas sin importancia. Me limitaba a disfrutar la vida de la forma en que me llegaba a través de mis padres. Ellos se ocupaban de todo.
Ahora, de un día para otro, te ves asumiendo más responsabilidades de las que eres capaz. Las exigencias son mayores y has pasado de estar acostado en un sofá a estar en medio de una selva donde todos los animales tienen un cuchillo entre los dientes.
Entonces comprendes a tus padres. Ahora eres uno de ellos.