Aquella noche la Luna salió sola.
– ¿Dónde están todos? – Le preguntó al Sol.
– Se han ido a buscar a una estrella.
– ¿Por qué? Te tenían a ti.
– No me quieren. Quieren una estrella a la que puedan mirar.
– No te preocupes, volverán. No pueden vivir sin ti.
A la mañana siguiente, cuando amaneció, todos estaban de vuelta. Todo el mundo hizo como si nada hubiese pasado. Y el Sol volvió a brillar.