– ¿Puedo decirte algo sin que se entere tu novio?
– Claro.
– Hoy estás muy guapa.
– Eso es que quieres pedirme un favor.
– Tienes razón.
– ¿Y qué favor quieres?
– Quiero que te cases conmigo.
– Eso ahora es imposible.
– Algún día serás mi esposa. No sé aún como lo voy a conseguir, pero lo serás.