El oscuro espacio iluminado por pequeñas bombillas y en el medio oscuridad. Una oscuridad que absorve lentamente el resto del Universo y de vez en cuando una explosión silenciosa alumbra durante unos segundos para volver a dar paso a la oscuridad.
Xoán miraba el espectáculo desde la ventana de su nave. Allí estaba con su familia; todos abrazados. Habían dejado de sentir miedo y aceptaban resignados su destino.
– Adiós cariño, gracias por todo. He sido muy feliz.
Y así su nave fue la última en entrar en aquel agujero negro.