Te escribo esto porque me voy. No quiero volver a verte. Me has engañado sin saberlo. Me hiciste sentir especial, único, que me querías, pero realmente era uno más, del montón. De esos que abres el saco y eliges el primero que sale. Destrozaste y armaste tantas veces mi corazón que ahora apenas puede darme vida para continuar, así que lo mejor es que desaparezca.
No te guardo rencor porque la culpa fue sólo mía. Me hice ilusiones pensando que yo era tan especial para tí como tú para mí: Tu nunca me dijiste que fuera alguien único. Es más, siempre me mostraste que yo era uno más. Soy un imbécil.